Al igual que Pablo, nosotros aún contamos con el poder sustentador de Dios que renueva nuestras fuerzas y nos ayuda a continuar firmes en él.Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por Seguridad Cristo habite en sus corazones. Y pido que,